martes, 26 de enero de 2010

El estudio en el extranjero

Uds. pueden seleccionar un tema que les interese, o pueden seguir con mi tema. (También pueden hacer una entrada audiovisual, mensaje instantáneo, o de lectura.)

He hablado con muchos estudiantes sobre estudiar en otro país, y hoy mismo mi suegro me decía que el hijo de uno de sus amigos ahora estudia en México, ya que es un requisito en su universidad.

Las universidades públicas no pueden requerer que los estudiantes completen un programa de estudio en el extranjero, ya que su misión es ofrecer educación accesible. Sin embargo, todo profesor de lenguas les dirá que si realmente quieren aprender la lengua, es necesario estudiar en otro país.

Aunque ahora hay muchas personas que hablan español en Omaha, no es igual que vivir en un país donde la mayoría habla español y no habla inglés. Siempre es más fácil hablar en tu lengua nativa, y si estás aquí en los EEUU, siempre tienes esa opción. Pero si vas a estudiar en otro país, eliminas por lo menos una parte de esta opción. (Es sólo una parte porque normalmente hay otros estudiantes que hablan inglés, así que todavía puedes hablar inglés en algunos contextos.)

Aunque es divertido vivir en otro país, la verdad es que es difícil al principio. Requiere mucha concentración y esfuerzo mental. Yo, por ejemplo, había estudiado español por varios años cuando fui a estudiar en Costa Rica. Yo comprendía a mis profesores sin problemas, y pensaba que tendría pocas dificultades en completar un semestre en Costa Rica. Me di cuenta de que sería difícil el primer día, cuando mi familia llegó para recogerme del aeropuerto. Empezaron a hablarme, y no les entendía, a pesar de haber sacado notas de "A" en mis clases de español. Durante el primer mes, tenía un dolor de cabeza todos los días, porque mi pobre cerebro no estaba acostumbrado a oír español todo el día, todos los días de la semana. Mi vocabulario resultó ser insuficiente para leer los libros de texto, y tenía que buscar cada noche los mismos términos en mi diccionario. (Mi diccionario tampoco fue adecuado para ese propósito, pero Uds. ya saben mis sentimientos sobre la importancia de un buen diccionario.)

Después de un mes, dejé de tener dolores de cabeza. Después de 2 meses, me sentía bastante cómoda en mis clases, tomando apuntes y leyendo las tareas. Después de 3 meses, podía hablar con más facilidad. (Todavía recuerdo la primera oración que pude decir sin tener que pensar en lo que quería decir...estaba en un centro comercial grande con mi "hermanita", y no podíamos decidir si ya habíamos visto cierta parte del centro. Al final, yo recordé que habíamos entrado en una tienda que quedaba cerca, y le dije "Ya pasamos por aquí." Una oración tan simple, pero tan fundamental en mi desarrollo como hablante del español.)

Cuando vino mi novio a visitarme, hablaba con suficiente confianza como para poder hacer planes para unas vacaciones por teléfono. (Resultó que me tomaron por hablante nativa, y al descubrir que no era costarricense, nuestro viaje costó mucho más de lo que me habían dicho por teléfono. Estuve enojada, pero también feliz de haberles "engañado", aunque sin intenciones de engañar.)

Al cuarto mes, empecé a soñar en español. Mi profesor de música me dijo que cuando estudiaba alemán, sabía que lo había aprendido bastante bien cuando empezó a soñar en alemán (y también ocurrió en su cuarto mes de estar en Alemania). A mí siempre me ha parecido buena prueba, ya que si tu cerebro subconciente puede producir sueños en español, significa que el español (u otra lengua) también está al nivel subconciente; o sea, que no tienes que pensar para poder hablar. (Por cierto, hay cierto beneficio de siempre tener que pensar antes de hablar...:D)

Pasé cinco meses en Costa Rica, y aunque me gustaría decir que cada momento fue divertido, no sería la verdad. Sin embargo, lo que sí puedo decir es que cada momento fue importante. Tuve la oportunidad de conocer otra cultura, de viajar dentro del país, de aprender otra lengua, de conocer a gente nueva, de estudiar en otra universidad; en fin, muchas experiencias nuevas. Mi dominio del español mejoró bastante en 5 meses, y cuando regresé a los EEUU para completar el último año en la universidad, encontré que mis clases de español eran mucho más fáciles.

Antes, realmente no podía leer. Quería entender cada palabra, por lo que tardaba horas y horas en leer 2-3 páginas. Al tener que completar lecturas largas para varias clases, aprendí a leer más rápido, y también a adivinar el significado de una palabra de su contexto, algo que no podía hacer antes. También podía escribir mucho más rápidamente, y con mucha más facilidad (y menos errores, claro).

Varios estudiantes me dicen que quieren estudiar en otro país, pero no pueden por una razón u otra. Puede ser verdad, pero hay que hacer un poco de investigación para averiguar si es posible o no. Yo jamás pensaba que pudiera estudiar en otro país, ya que mis padres eran pobres. Sin embargo, hay muchos programas que no cuestan tanto, y hay varias becas y préstamos que al final me abrieron la posibilidad de ir.

Si tienen preguntas sobre estudiar en otro país (aunque no sea un país de habla española), yo siempre estoy feliz de hablar sobre mis experiencias, y referirles a otras personas que les pueden ayudar.

martes, 19 de enero de 2010

Pensamientos sobre el proceso de escribir

Para Uds., tema libre esta semana. Pueden escoger cualquier tema que les guste. (También pueden hacer entradas audiovisuales o de mensaje instantáneo si quieren.)

Al riesgo de compartir todos mis secretos de ser profesora, voy a hablar un poco del proceso de escribir para mí. Pero voy a empezar con una confesión: la realidad es que aunque me gusta escribir en mi vida personal (en un blog, por ejemplo), en mi vida profesional, muchas veces no quiero escribir. (De hecho, decidí escribir sobre este tema porque no pude pensar en un tema interesante que no fuera demasiado personal para esta semana.)

Escribir es una parte importante de mi trabajo. En la vida de un profesor, hay dos elementos principales del trabajo: la investigación y la enseñanza. La importancia relativa de éstos depende de la universidad. En UNO, lo más importante es la enseñanza, pero la investigación es importante también. Si eres el mejor profesor en el mundo pero no publicas nada, al final no vas a tener un trabajo. En otras universidades, la investigación es lo más importante, y en serio puedes ser el peor profesor del mundo y no importa, con tal de que tengas suficientes artículos publicados.

Confieso que esta parte de mi trabajo es la parte que menos me gusta. Leer y diseñar un experimento y llevarlo a cabo son interesantes, pero el proceso de comunicarlo todo en un artículo es tedioso y aburrido. Hay que resumir toda la investigación que se ha hecho sobre el mismo tema, describir el experimento en detalle, y reportar todas las estadísticas relevantes. Para mí, la única parte realmente interesante es la última parte del artículo, donde interpretas los resultados y su impacto. Pero esto no se puede hacer sin las otras partes del artículo.

¿Por qué menciono todo esto? Creo que es importante que sepan que no siempre será divertido el proceso de escribir, incluso si te gusta escribir en general. Esta semana recibí un mensaje de una profesora exitosa, con muchos artículos, etc., que ahora ayuda a profesores nuevos, y dijo ella que la mayoría del tiempo, no le gusta escribir. Según ella, el secreto de las personas productivas es que lo hacen regularmente, les guste o no les guste.

Mi meta personal para el semestre, entonces, es trabajar consistentemente en los artículos que necesito escribir, me guste o no me guste. Uds. tienen permiso de preguntarme cómo voy en este proceso en cualquier momento. :D

lunes, 11 de enero de 2010

¡Bienvenidos a Español 4040/8440!

Para la primera entrada, por favor preséntense y expliquen cómo decidieron estudiar español (no es necesario que sea tan detallada como la mía). Si quieren, también pueden decir lo que quieren aprender en esta clase.

Me llamo Anita Saalfeld, y soy de York, Nebraska originalmente. Fui a la Universidad de Nebraska-Lincoln para completar el título del bachillerato (en música y español) y la maestría (en literatura española y latinoamericana). Para el doctorado, fui a la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign y estudié la adquisición de una segunda lengua, y ahora me especializo en la adquisición de sonidos en un segundo idioma. Estudié en la Universidad Nacional Autónoma en Heredia, Costa Rica por un semestre.

Empecé a tomar clases de español en el colegio, pero el segundo año, fue obvio que mi profesora realmente no sabía español, y no lo podía enseñar. Por eso, dejé la clase, pero tuve que cumplir el requisito de idiomas extranjeros cuando llegué a la universidad. Decidí seguir con el español, ya que me gustaba y era la lengua más práctica. El primer semestre, tomé demasiadas horas de crédito, y me dormía en la clase de español todos los días, porque era la última clase del día. El segundo semestre, tomé una clase por la mañana y también tuve un profesor excelente. Al final del semestre, decidí estudiar español como una concentración menor porque me fascinaba. De allí, empecé a tomar más clases, y finalmente, decidí estudiar en el extranjero. Siempre había pensado que no tenía dinero suficiente para completar un programa en el extranjero, pero mi novio (el que ahora es mi esposo) me recomendaba que fuera a hablar con un consejero en Estudios Internacionales. Resultó mucho más alcanzable de lo que había pensado, y fui en mi cuarto año en la universidad (aunque a mi madre no le gustó para nada...les contaré la historia algún día si les interesa). Cuando regresé, vi que sólo me faltarían como 2 clases para completar el título en español (además de música), y puse el español como segunda especialización. (Mi madre estaba super feliz cuando le dije, porque estaba muy preocupada por mi habilidad de encontrar trabajo en música...para molestarle, yo solía decirle que cuando me graduara, iría a una esquina en Lincoln con mi flauta, dejaría una gorra o una lata en el suelo, y empezaría a tocar.)

Cuando estaba por graduarme, me di cuenta de que no quería salir al mundo "real"; me gustaban mis clases y quería seguir con mis estudios. Continué en el programa de literatura en UNL, y empecé a enseñar clases allí. En ese momento, supe que quería ser profesora de español, y decidí continuar con el doctorado. Empecé mis estudios universitarios en 1994; me gradué por primera vez en 1999; por segunda vez en 2002 (la maestría), y por último, en 2009 con el doctorado (los últimos dos años ya trabajaba aquí en UNO).